miércoles, 8 de agosto de 2012

Hoy tenemos invitados: La Casa del Canonigo


A una hora y poco de Madrid entre girasoles y cuevas encontramos Caracenilla ,un diminuto y encantador pueblo perteneciente a Cuenca, allí en La Casa del Canónigo nos recibe María (una de las socias y la cara visible del establecimiento).

Regentan este adorable alojamiento desde 2005,compuesto por ocho habitaciones con distinta capacidad, un salón a modo de restaurante que ahora en verano se suma al patio exterior que usan también como comedor y en el que desayunar se convierte en un silencioso placer.



Los que me habéis leído antes sabéis que valoro el silencio por encima de muchas cosas, y el enclave es muy propicio para ello, el municipio por el número de habitantes no es ruidoso por lo que te permite dormir a pierna suelta en sus  frescos dormitorios y espaciosos ,la mayoría, y digo la mayoría porque si reservas en el último momento antes de ir es posible que te ocurra lo mismo que  mi y las habitaciones con mas encanto ya estén ocupadas porque La Casa del Canónigo está bastante solicitada sobre todo por parejas ya que por su cercanía (a Madrid) y su buena comunicación general es ideal para una escapada de fin de semana acompañado de un rato de desconexión en pareja en la zona que llaman Spa (una sala bien ambientada con  un jacuzzi) a diferencia de otros alojamientos aquí este espacio es solo para dos personas por lo que la intimidad es máxima.


En sus instalaciones también cuenta con una pequeña bodega donde cada sábado (normalmente y según ocupación) dedican una hora a regalarnos pequeños consejos vinícolas acompañados de una selección de tintos, después ya en el patio anteriormente mencionado y acompañado de unas tapas regadas de rosados y blancos es momento de compartir unas risas y alguna que otra aventura con los viajeros coincidentes.


Solo tengo una cosa que añadir, en un alojamiento rural en plena estepa castellana a la hora del desayuno se echa de menos algo más artesanal, debo añadir que el desayuno es abundante y agradable.
En mi estancia solo tuve la oportunidad de conocer a la cara visible al exterior de La Casa del Canónigo (María), desde aquí mi enhorabuena al resto de los socios habéis hallado una fórmula que da buenos resultados: cercanía a grandes ciudades (Madrid 138 y Valencia 241km),un hotel encantador en un marco sencillo que da pie a la evasión total (la escasez de cobertura también ayuda) María se deshace en atenciones y amabilidad por lo que desde aquí os deseamos una larga vida hotelera

No hay comentarios:

Publicar un comentario